Desde las primeras horas del 12 de diciembre, la capital de San Luis Potosí comenzó a inundarse con la devoción guadalupana, siendo las principales calles aledañas a la Basílica las más visitadas, el sonido de los cohetes en el cielo, las campanas resonando con fuerza y el incesante paso de los peregrinos marcaron el inicio de la celebración más importante del año en el Santuario de Guadalupe.

Por la Calzada de Guadalupe, miles de fieles caminaron cargando flores, estandartes y veladoras, mientras entonaban cánticos y rezos.

Algunos llegaron desde municipios lejanos, recorriendo a pie o en bicicleta los kilómetros que los separaban de la emblemática iglesia potosina, el ambiente festivo contrastaba con las expresiones de cansancio en algunos rostros, pero el fervor por llegar al santuario daba fuerza a cada paso.

Dentro del templo, el ambiente era solemne. Veladoras encendidas formaban un mar de luces frente al altar mayor, mientras los fieles ofrecían oraciones y agradecimientos.