En el vasto lienzo de los cielos, un tapiz de maravillas se despliega todos los días. Los cielos, con sus matices siempre cambiantes y su danza celestial, cautivan nuestros corazones y despiertan nuestra imaginación. Sobre nosotros, las nubes flotan con gracia, pintando una miríada de formas y patrones contra la extensión infinita.
Durante el día, el sol ilumina el mundo con su calor radiante. Sus rayos dorados caen en cascada a través de la atmósfera, arrojando un resplandor luminoso sobre la Tierra. A medida que asciende el sol, el cielo se transforma en un brillante tapiz de azules. Tenues cirros se extienden sobre el lienzo cerúleo, como pinceladas de seda, agregando un toque al cielo.









